Un montón de amigos vestidos de fraile a lomos de patinetes eléctricos de alquiler celebran una despedida de soltero a toda velocidad por las calles del barrio Gótic. En la Barceloneta la última librería da paso a una tienda de artículos relacionados con el cannabis. Mimos retorcedores de globos se dejan fotografiar por unas monedas frente a la Catedral. Hace semanas que las muestras del turismo low cost proliferan por Barcelona. ¿No decían que los encarecimientos nos librarían de este fenómeno y atraerían al turista de calidad?
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