Después de años de litigios parece que el conflicto entre el Ayuntamiento y las antiguas pajarerías de la Rambla podría acercarse a su fin. Los técnicos municipales, acompañados de la Guardia Urbana, solicitaron hoy por la mañana a los titulares de los quioscos- hoy en día reconvertidos en puestos de venta de helados, gofres, souvenirs y otros artículos- que entregaran de forma voluntaria las llaves para ejecutar su cierre, pero ninguno de los once puestos las entregó. Alquiler limusina barcelona