And the Spanish international wants to play for Barça
As Barcelona prepare for a transformational summer that will likely bring in a new manager along with the promise of a big squad overhaul to help the club’s finances, one of the club’s priorities is to add a young, high-quality left winger to the group.
Their dream is Athletic Bilbao’s Nico Williams, but their economic issues make that dream unrealistic unless a couple of big sales or another “financial lever” is activated this summer. But according to a new report from Diario SPORT, the Catalans have not yet given up on the Spanish international and are looking to find a formula that will make that signing possible.
The 21-year-old recently signed a new contract with Athletic but also included a €50 million release clause to facilitate a future exit, which could come very soon. That affordable clause has teams like Arsenal and Chelsea very interested, but SPORT’s report claims Nico dreams of playing for Barça and, even though he’s happy at San Mamés, he would welcome a move to Camp Nou if the opportunity presents itself.
Barça are looking to make a big sale this summer and the likes of Jules Kounde, Ronald Araujo and Raphinha have been constantly linked with leaving Barça on a big money move. If that happens there will be some major space created in the salary cap that would make a move for Nico Williams possible, and the young man appears interested in recreating his national team partnership with Lamine Yamal at club level as well.
Barcelona striker Robert Lewandowski was spotted limping after helping Poland book their spot at Euro 2024 on Tuesday by beating Wales in a penalty shoot-out.
Lewandowski scored his penalty but was seen limping after the game as the team went back to their hotel, according to reporter Dominik Wardzichowski.
“Robert Lewandowski finished the match against Wales with an injury. After returning to the hotel, he was limping, but nothing serious seemed to have happened. The captain was the only one who found a moment for the fans after returning from the stadium,” he reported.
It’s thought the striker has a thigh issue as he was seen clutching the area during the match and also had an ice pack applied at the start of extra-time.
Robert Lewandowski kończył mecz z Walią z urazem. Po powrocie do hotelu utykał, ale wygląda na to, że nic poważnego się nie stało. Kapitan jako jedyny znalazł chwilę dla kibiców po powrocie ze stadionu #WALPOLpic.twitter.com/l1Wg3C37D3
It doesn’t seem to be a serious issue but it’s entirely possible Lewandowski could be rested at the weekend against Las Palmas in La Liga.
The striker played the entirety of both Poland’s games over the international break, and Barca won’t want to take any risks with his fitness as they approach some crucial games next month in La Liga and the Champions League.
Las precipitaciones caídas estos últimos días han comportado una leve recuperación en el nivel de los embalses que abastecen la región de Barcelona y Girona, pero las reservas que se han ganado son insuficientes y aún quedan relativamente lejos del umbral que permitiría levantar la situación de emergencia de manera segura y estable.
El curso político y económico en Catalunya está siendo agitado y los ciudadanos necesitan una bocanada de aire fresco que les permita establecer un paréntesis mínimamente relajado para peleando en los próximos meses. Llega la Semana Santa y con ella las escapadas tradicionales para buscar una burbuja de paz o de bullicio, a gusto del consumidor. Pero de lo que no se van a escapar los afortunados que puedan escapar de la ciudad estos días será de los pasos de Pascua que ofrece el tráfico de las autopistas. No piensen ustedes que el asfalto se ha convertido ahora en un escenario de representación religiosa. En absoluto. Los pasos a los que nos referimos tienen que ver con la presencia interminable de camiones, especialmente en la AP-7, y sus usos y costumbres a la hora de circular.
El doctor que ya suma un par de trasplantes de cara cuenta al bombero que salió volando a 600 m/s que los tejidos tan traumatizados tienen que rellenarlos para que el rostro ofrezca mayor naturalidad, para que la gente no lo mire y remire con tanta aprensión y descaro. Será la última, luego de 18 años. “¿Cuántas llevamos ya? ¿15, 16…?”. El doctor Joan Pere Barret y el bombero Rafael Olalla comparten entonces una sonrisa cómplice.
Tanto el PSC como ERC respiraron aliviados tras el voto contrario de BComú al presupuesto del Ayuntamiento de Barcelona. Fue un alivio para ambos porque un voto afirmativo les hubiera puesto en aprietos. Para el PSC hubiera sido un contratiempo porque les obligaba a abrir una negociación para la entrada de BComú en el gobierno que no les apetece en absoluto. Los socialistas son reacios a reeditar el pacto con los comunes mientras esté la exalcaldesa Ada Colau en el Consistorio. La relación es mala, y la competencia por el liderazgo en el Ayuntamiento que habría entre el alcalde Jaume Collboni y Colau sería feroz. Así que la oposición de BComú al presupuesto fue, en el fondo, una buena noticia porque lo contrario les hubiera forzado a un ejercicio de dialéctica creativa y funambulista para dilatar un indeseado acuerdo con los comunes.
Ayman, de 21 años, salió a los 16 de Marruecos, ingresó en un centro de menores de Ceuta y al alcanzar la mayoría de edad prosiguió su ruta migratoria hasta Barcelona. Cuenta que durmió durante unos seis meses a la intemperie con otros chicos en su misma situación hasta que, en plena pandemia de la covid, en la primavera de 2021, accedió a la Llar d’Oportunitats, un servicio impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona para acoger a jóvenes vulnerables sin hogar. El proyecto va más allá de ofrecerles formación y ayudarles en la tramitación de la documentación, también se focaliza en el acompañamiento emocional y en la integración en la comunidad, destaca su directora, Marta Raso.
Las negociaciones en torno a los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona dinamitaron las relaciones entre los principales líderes políticos de la ciudad. En estos momentos los diferentes concejales se llevan entre sí peor que nunca. Aquí la confianza en los demás está por los suelos.
El alcalde Jaume Collboni aprobará su propuesta de cuentas municipales de manera automática el 2 de mayo, después de perder este miércoles por una amplia mayoría la votación de la cuestión de confianza a la que él mismo se sometió. Solo le prestaron apoyo los concejales de ERC, los únicos que hoy por hoy estarían más o menos dispuestos a tomarse algo con él.
El resto de líderes tiene al alcalde del todo enfilado. No le tienen ninguna confianza. Xavier Trias ya está cansado de las maniobras estratégicas, a un paso de marcharse de Sant Jaume de una vez dando un sonoro portazo. Trias dejó de morderse la lengua en la reciente conferencia que pronunció en el centro cultural El Born. Y desde entonces disimula cada vez menos su malestar.
“Le felicito por el spot –dijo tras la defensa de los presupuestos realizada por la teniente de alcalde Laia Bonet–. Hoy asistimos al fracaso de un alcalde que solo trabaja para asegurar su silla. Todo esto lo tenía planeado desde el otoño. Usted no solo no ganó las elecciones, sino que unos pocos meses después siquiera cuenta con el apoyo de quienes le invistieron como alcalde. Debería ponerse colorado. Todo esto es muy grave. Está empleando tácticas que no tienen nada que ver con los intereses de Barcelona”.
Lo de Ada Colau es más personal. El sorpasso de los 300 y pico votos aún le escuece, y también que su otrora socio cuestione su legado. Pero lo que más le duele es que Jaume Collboni le haya dado largas, que prefiera la soledad a su apoyo. Estos días gente cercana a la exalcaldesa transmite por las redes la idea de que Collboni la desprecia porque es un misógino, que por ello tantas veces se refiere a Trias como alcalde y a Colau como edil.
“Lo más sorprendente es que lleguemos a este punto cuando este gobierno disponía de dos mayorías en las que apoyarse, Trias y nosotros. Y al final solo han conseguido articular una minoría junto a ERC. Y encima me responsabiliza a mí de lo ocurrido aquí, la Generalitat y el Estado, tal y como hizo en el anterior pleno cuando yo no tenía derecho a réplica”.
El ejecutivo devino en su enemigo común, pero los de la oposición también se llevan fatal entre ellos
Y el popular Daniel Sirera se muestra a cada rato más arrepentido de haber facilitado aquella sorprendente investidura. Al final solo de los Vox parecen dispuestos a arrimarse al PP. Pero Barcelona no es la meseta. Aquí determinadas avenencias aíslan.
Pero las celebraciones de las elecciones al Parlament del día 12 de mayo y en menor medida pero también las europeas del 9 de junio despejarán el horizonte municipal, marcarán la relaciones entre los partidos políticos, delimitarán las líneas rojas a escala local. Y entonces en este patio todos harán de tripas corazón y se verán obligados a entenderse de algún modo, porque no tendrán más remedio y porque encima es su obligación. Pero no olvidarán nada de lo que está pasando ahora.
Lo que pasa entretanto es que entre los miembros de la oposición se llevan igual de mal. Collboni se sometió a una cuestión de confianza porque está seguro de que los otros grupos no podrán armar una moción de censura y una candidatura alternativa a la alcaldía, y porque de esta manera puede presumir de cumplir con sus compromisos: Barcelona tendrá unos nuevos presupuestos esta primavera.
En verdad el alcalde está siguiendo al milímetro la hoja de ruta que diseñó meses atrás, su cacareado “paso a paso”. Y este miércoles, en el tramo final del correspondiente pleno extraordinario, luego de que le cayeran palos de todos los lados, después de que por fin encarrilara la aprobación de sus presupuestos, insistió en que su próximo objetivo es ampliar el ejecutivo municipal, incorporar a nuevas fuerzas.
Los de ERC son quienes tienen más posibilidades de firmar un pacto de gobierno con el PSC. Y ello ya les está desgastando. Trias, que ayer se mostró muy contundente, dijo que no entiende cómo los republicanos se avinieron a sellar con Junts un pacto de gobierno y a los pocos meses firmar un acuerdo de presupuestos con quien lo reventó todo.
Y los comunes, que tan bien se llevaron con los republicanos durante el mandato anterior, consideran ahora que son una dócil comparsa al servicio de los socialistas. De repente, Junts y BComú, cada uno a su manera, dejaron de ver a los republicanos como los socios ideales.
En estos momentos solo los ediles de ERC muestran cierta complicidad con el gobierno municipal
Afortunadamente la sucesión de comicios electorales de los próximos meses les dará tiempo a recomponer estas maltrechas relaciones. Sí, de ninguna manera este enrarecimiento es una impostura de cara a la galería. Basta con fijarse en ese tono de Trias tan contenido como exasperado. Y también en la mirada áspera de Colau ¿viéndolos ahora de verdad alguien puede creerse que Colau y Collboni fueron socios tanto tiempo? Además, hace mucho que Junts y BComú jalean a los suyos erigiéndose como sus correspondientes némesis.