Me llega la última novela publicada de Miguel Sen, titulada Las lágrimas del enemigo . Una novela protagonizada, entre otros, por un joven falsificador de arte y por un marinero alcohólico. También aparece en la misma una mujer guapa que regenta un bar-restaurante. Miguel, con ese bigote suyo que afrancesa sus facciones y con su pipa, vive desde hace años frente al Atlántico y sus leyendas. Recibir la novela de Miguel el mismo día que adquirí La taberna de Galiana , una recopilación de textos breves de aquel gran gallego, culto, burlón, fantasioso y escritor gastronómico que fue Álvaro Cunqueiro, no lo consideré una casualidad sino un signo. Cunqueiro parecía físicamente un obispo. Gallego, por supuesto. Y Miguel, físicamente, parece un viticultor borgoñón.
20240904/9910381/galicias