Al lado de las vías por las que aún circulan los trenes de Rodalies, ha ido tomando forma durante los últimos meses el túnel que algún día esconderá el ferrocarril a su paso por Sant Feliu de Llobregat. El futuro túnel de cerca de tres kilómetros ya está excavado por ambos extremos y ahora se aborda el tramo central con la intención de tener la galería transitable de punta a punta a principios del año que viene.